Guantes de portero
Los guantes de fútbol son el principal arma de trabajo de todo portero. Están en contacto directo con el balón y deben transmitir confianza y seguridad a quien los lleva. Saber cómo elegirlos es fundamental. Están compuestos por tres zonas principales: palma -es la que más contacto tiene con el balón-, dorso - utilizado para hacer despejes- y cierre -la parte que lo fija a la muñeca-.
¿Cómo elegir mis guantes de portero?
La elección correcta es fundamental. El guardameta se debe sentir seguro en todas las acciones en las que interviene y debe transmitir esa seguridad a sus compañero de equipo y con un confiar en que lleva el guante correcto en cada situación es muy importante.
Dependiendo del agarre y del terrenos de juego:
Agarre total para terrenos de hierba o césped artificial o semisintéticos. Tienen más adherencia que ningún otro pero se desgastan con mayor facilidad.
Agarre medio para jugar en cualquier superficie: la opción más interesante para casi todos los usuarios. Dan una buena respuesta en casi cualquier condición y tienen una durabilidad media.
Agarre ligero para terrenos sintéticos y abrasivos: la principal cualidad de estos guantes es su gran duración ante terrenos de juego exigente en defecto de capacidad de agarre.
Por la forma de la palma:
Corte Flat: es el modelo más extendido entre todos los porteros porque ofrece un buen equilibrio entre protección y sensaciones al tacto.
Corte negativo: dedicados para determinados portero que les gusta tener una sensación muy natural al contacto con el balón.
Rollfinger: con esta opción pierden mucho la sensibilidad al contactar con la pelota al ser bastante gruesos. Tienen una buena amortiguación y una superficie de la palma ligeramente superior al resto.
Una buena opción es tener al menos un par de guantes de portero para así poder comparar el rendimiento que ofrece cada uno. Utilizar unos para entrenar y otros para los partidos ayudará a que nos duren más tiempo en perfectas condiciones.
¿Cómo elegir mis guantes de portero?
La elección correcta es fundamental. El guardameta se debe sentir seguro en todas las acciones en las que interviene y debe transmitir esa seguridad a sus compañero de equipo y con un confiar en que lleva el guante correcto en cada situación es muy importante.
Dependiendo del agarre y del terrenos de juego:
Agarre total para terrenos de hierba o césped artificial o semisintéticos. Tienen más adherencia que ningún otro pero se desgastan con mayor facilidad.
Agarre medio para jugar en cualquier superficie: la opción más interesante para casi todos los usuarios. Dan una buena respuesta en casi cualquier condición y tienen una durabilidad media.
Agarre ligero para terrenos sintéticos y abrasivos: la principal cualidad de estos guantes es su gran duración ante terrenos de juego exigente en defecto de capacidad de agarre.
Por la forma de la palma:
Corte Flat: es el modelo más extendido entre todos los porteros porque ofrece un buen equilibrio entre protección y sensaciones al tacto.
Corte negativo: dedicados para determinados portero que les gusta tener una sensación muy natural al contacto con el balón.
Rollfinger: con esta opción pierden mucho la sensibilidad al contactar con la pelota al ser bastante gruesos. Tienen una buena amortiguación y una superficie de la palma ligeramente superior al resto.
Una buena opción es tener al menos un par de guantes de portero para así poder comparar el rendimiento que ofrece cada uno. Utilizar unos para entrenar y otros para los partidos ayudará a que nos duren más tiempo en perfectas condiciones.