Cómo cuidar tus zapatillas
La primera vez que usamos unas zapatillas nuevas las mimamos, cuidamos que no se ensucien, intentamos que permanezcan como nuevas el máximo tiempo posible. Sin embargo, al pasar de los meses, nos acostumbramos a verlas en nuestros pies y disminuye nuestro nivel de cariño hacia ellas, ¿o no?
En el equipo Sprinter Urban Heroes sabemos que en realidad tus zapatillas son tu mayor tesoro, por eso os dejamos cinco consejos para que permanezcan como el primer día:
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¡Huye de la lavadora! Sí, amigos, la lavadora es el principal enemigo de nuestras amadas zapatillas. Hablamos del gran daño que pueden sufrir durante el centrifugado, de la pérdida de color o incluso de que se puedan desteñir porque, aunque la zapatilla sea blanca nuclear, siempre habrá algo de color en alguna etiqueta que la pueda afectar. Lo ideal es que cada vez que salgamos con ellas, les pasemos untrapito húmedo para quitarles el polvo que hayan podido coger y, cuando estén muy sucias, lo más recomendable es coger es un cepillo y utilizar una sencilla mezcla de agua fría con jabón.
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Separa la plantilla de la zapatilla: puede parecer una obviedad pero a la gran mayoría se nos olvida. La plantilla debe lavarse aparte pero no todas las plantillas son iguales, por lo que siempre debemos mirar la etiqueta. Con introducirlos en un recipiente en agua y jabón durante unas horas será suficiente, así conseguiremos eliminar su mal olor y, también, las bacterias que se acumulan en ellas.
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Para secar… ¡prohibido ponerlas en el radiador! Qué truco tan de nuestras madres eso de ponerlo todo al radiador, pues bien en el caso de las zapatillas no funciona, al contrario, algunos materiales que las conforman se pueden deteriorar. Si te ha tocado entrenar bajo la lluvia, has pisado un charco o una baldosa fantasma, cuando llegues a casa retira las plantillas, sécalas con un trapo y rellénalas de papel. Al día siguiente estarán perfectas.
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Ojo con los cordones: al igual que las plantillas son un punto importante, los cordones no son menos. De todas las partes que forman una zapatilla, los cordones son los únicos que se pueden meter en la lavadora, eso sí, siempre metidos dentro de una bolsita de lavado.
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Por último… guárdalas bien: después de este proceso de mimo y cuidado no podemos dejarlas en cualquier parte. Guardarlas en su caja o en una bolsita de tela es el broche perfecto para cerrar su completo mantenimiento.
Nosotros te hemos dado los trucos, ahora sólo te queda aplicarlos.